De nuevo, ha sido un año y medio muy complicado para el Sector Inmobiliario. Seguimos en este reto que, tras la dura crisis económica y financiera que duró casi diez años, desde el 2007, vuelve a generar una nueva realidad para el mercado que debemos afrontar de manera inmediata.
¿Qué hemos hecho las empresas del sector? Adaptarnos a una realidad poco convencional en un (poco convencional también) plazo de tiempo, y que ha demostrado poner en riesgo muchas de las estructuras competitivas del mercado.
La inestabilidad política, el aumento en los costes de contratación de personal y de mano de obra cualificada y el incremento desmesurado de los costes de construcción y materias primas, la subida de tipos de interés, entre otras muchas, muchísimas cosas, han supuesto que se vean afectados los “cimientos” del sector inmobiliario.
¿Y qué pasa con nosotros, con las empresas del sector? Hemos tenido que tomar medidas para adaptarnos a las nuevas circunstancias que se han generado y, además, lo hemos hecho en un periodo temporal muy corto. Demostrando, una vez más, nuestra capacidad profesional y la manera de afrontar los nuevos retos que el mercado nos ha puesto por delante.
Pero tenemos que admitir que no todo ha sido malo. Al fin y al cabo, la conocida y sufrida crisis financiera provocó que en España se introdujeran nuevos promotores inmobiliarios, con grandes fondos de inversión detrás de ellos. Tras la crisis provocada por la pandemia, todo tipo de proyectos inmobiliarios se vieron beneficiados por el aumento de la demanda de viviendas, e influyó favorablemente tanto a entidades financieras como a todas las empresas vinculadas al sector. Un nuevo nicho de mercado había nacido y, con él, el aprendizaje a convivir con los nuevos actores, una mayor profesionalización del sector y un aumento del nivel de exigencia profesional, pero con garantías de éxito.
Pero… tras este año y medio transcurrido, ¿ahora qué? Volvemos a encontrarnos con una nueva realidad del sector inmobiliario, ante la cual, todos los intervinientes tienen que adaptarse y tomar conciencia de un nuevo mercado que requerirá aún más si cabe la profesionalización de los agentes que intervienen. Los niveles de exigencia marcados para los proyectos inmobiliarios serán mayores y el mercado pedirá más controles estratégicos en el control de los costes de producción de todo tipo de inmuebles.
Esta actualización viene de la mano de una fuerte digitalización, con un peso mayor del Marketing Digital y la Inteligencia Artificial, aplicándolas a su red comercial y de producción de inmuebles, con nuevos sistemas de control de costes y de ejecución de los proyectos y de las obras. Todo ello, con el objetivo de obtener nuevas fórmulas de captación de clientes en un entorno mucho más global, algo que es francamente necesario ya que se encontraba en un alto grado de estancamiento. Más dinámico y, también, más controlado.
Para ello, es más que necesario aplicar nuevas pautas, recetas o patrones de materializar los proyectos inmobiliarios y, así, dar acceso a la vivienda a todo tipo de clientes: jóvenes que buscan su primera vivienda, familias más desfavorecidas, clientes de reposición de la vivienda habitual, clientes extranjeros, e incluso el demandante de vivienda nacional que hoy puede vivir en cualquier provincia de España.
Por supuesto, la figura de las Cooperativas de Viviendas, los nuevos proyectos “Built to Rent”, el Coliving, Coworking, el alquiler habitacional, residenciales para la tercera edad,… todas estas nuevas alternativas y muchas más garantizarán una rápida adaptación a las nuevas necesidades. Con proyectos con alto nivel de eficiencia energética en sus instalaciones y calidades, sostenibles, solventes y de alta calidad en su ejecución, llegando a una personalización casi exclusiva para cada uno de los segmentos demandantes de viviendas.
El reto es, sencillamente, apasionante, ilusionante. Abriendo la puerta desde la ya conocida fórmula del “trabajo duro” a las exigencias del Nuevo Mercado Inmobiliario que hoy tenemos por delante. Eso sí, con la esperanza de que a pesar de los inconvenientes sobrevenidos, somos siempre un ejemplo a seguir.
Fdo. Estanislao Torres Mateos
Socio – Director General
GRUPO PROMAR